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viernes, 21 de enero de 2011

LAS MALDICIONES GENERACIONALES





Si usted desea cortar con maldiciones generacionales debe venir hacia nosotros, dejenos orar por usted, y permitanos enseñarle los mandamientos de Cristo para que sea bendecido, prosperado abundantemente.

Éxodos 20:5; Éxodos 34:7

¿Padece usted de alguna enfermedad hereditaria? ¿Considera que su carácter es igual al de sus padres? ¿Alguna vez ha intentado suicidarse? ¿Tiene arrebatos de ira incontrolable? ¿Se ha divorciado alguna vez? ¿Siente usted que no ha sido feliz? ¿Siente que a pesar de su lucha por salir adelante, su vida no avanza? ¿Sus padres eran Idolatras? ¿Visito usted o sus padres alguna vez algún brujo? ¿Rezó, oró, pidió, alguna vez al demonio? ¿Tiene o guarda algún objeto de su pasado? ¿Tiene sueños sobre otra vida? ¿Conforme sus hijos van creciendo nota, como que algunas cosas que hacen, usted las hizo en su tiempo también?

Existe un hilo común de circunstancias que van de generación en generación Usted puede ser libre de esas maldiciones y en lugar de esas maldiciones, puede obtener bendiciones. Un pastor predicando en una cárcel hizo esta pregunta "¿Cuántos de ustedes tuvieron a sus padres o abuelos en prisión?" Y ¿Cuántos de ustedes tienen hijos o nietos que se han metido en mas de una vez en problemas con la justicia?" la respuesta a esas preguntas fue alarmante ya que Cerca del cien por ciento de los presos levantaron la mano como respuesta a ambas preguntas. Porque entendían que la iniquidad de los padres pasa de una generación a la siguiente. ¿Por eso la necesidad de prisiones es cada vez mayor? Porque el preso saldrá de la prisión, pero no cambia. Y La mayoría de ellos vuelven a caer en ella. No sólo regresan, sino que la misma iniquidad que los lleva a ellos ala cárcel, hace que sus hijos y nietos terminen en prisión algún día, en otras palabras “de tal palo, tal astilla”.

1. La Definición de Familia: Conjunto de personas con el mismo origen, o características, grupo de personas vinculadas entre si, por relaciones de matrimonio, parentesco, o afinidad, se dice de personas que tienen los mismos gusto y caracteres, de un mismo diseño heredado. No se si usted a escuchado un dicho de la gente que dice: “Hijo de tigre tiene que salir rayado” ¿Qué diría usted de un padre que es moreno, y su hijo sale blanco? Talvez no salio a sus padres, pero salio a sus abuelos. Desde allí podemos notar el rasgo generacional.

Una familia puede ser tan pequeña como el esposo la esposa y los hijos, o Puede ser tan grande como una ciudad o una nación, Ciertas familias tienen sus características; y ciertas ciudades también, Pero necesitamos comprender que no tenemos por qué aceptar las características negativas de nuestros antepasados. No tienen por qué perseguirnos durante el resto de nuestras vidas. Las podemos romper.

John F. Kennedy murió asesinado el 22 de noviembre de 1963, su hermano Roberto también fue asesinado, David Kennedy Murió de una sobre dosis de drogas en 1984, este es la tercera generación, John F. Kennedy Jr. Murió en un accidente de avión el 17 de julio de 1999, todas las revistas y los periódicos hablaban de la "Maldición de los Kennedy". Esto es algo que se puede romper con la Palabra de Dios y por el poder de la sangre de Jesús. Estas tragedias no se produjeron porque los Kennedy fueran malas personas, sino debido a algo que cayó sobre ellos. La iniquidad, o maldición, fue transferida de generación en generación. Pero Jesús quiere liberar a esa familia para siempre. Aunque esta situación es extrema, nos muestra la realidad de la transferencia de espíritus, y que la iniquidad pasa de una generación a la siguiente, Necesitamos mirar nuestra propia vida y preguntarnos:

¿Qué está haciendo que piense y me conduzca de una manera que no agrada a Dios? ¿Qué está haciendo que actúe violentamente con mis hijos sin razón aparente? ¿Por qué me da la impresión de que no puedo retener ningún trabajo por un buen tiempo? Es hora de romper esa Maldición que se haya en nuestra vidas, de una vez por todas, y caminemos en la libertad que nos proporcionó Jesús por medio de la cruz, Bendito sea el señor…!! Gloria a Dios

Ilustración: Los dueños de la cadena de televisión cristiana en los estados Unidos, cuentan este Testimonio: que en una ocasión. Unos dos meses después de que, su hijo mayor calen, comenzara en primer grado, la mama recibió una llamada telefónica de la maestra del niño. Ésta le dijo que su hijo estaba muy nervioso y sentía pánico pensando que su mamá no lo fuera a recoger ala escuela. La mama le explicó a la maestra que él no tenía razón alguna para temer esto, Pero no había manera de tranquilizarlo, así que los padres se fueron enseguida a la escuela para hablar al niño y. No había forma de razonar con él. Al parecer, aquel temor se había apoderado de él sin saber de dónde había salido. Durante los tres meses siguientes aquella conducta llena de temor se fue apoderando de la vida de ese niño y no dejaba que su mama se le perdiera de vista.

La seguía de un cuarto a otro dentro de la casa. Se echaba a llorar de pánico si ella no dejaba que la siguiera a todas partes. Todas las noches se producía una escena traumática cuando ellos trataban de hacer que se acostara. Lo intentaron todo para tratar de tranquilizar al muchacho. Oraban sobre él y con él constantemente. Se pusieron de acuerdo con poderosos hombres y mujeres de Dios para romper la fortaleza de miedo que había sobre él, pero nada funcionaba. Les estaba destrozando el corazón. Lo más raro de todo era que normalmente, el Niño era increíblemente extrovertido, seguro y sin inhibiciones en todos los aspectos de su vida. No le tenía miedo a ninguna otra cosa; sólo a quedar separado de su madre. Un día, el papa del niño estaba hablando con su padre, acerca de la situación. y De repente, fue como si se encendiera una luz en los ojos del abuelo, quien le dijo: "Yo sé exactamente de qué se trata”. Cuando yo tenía la misma edad de mi nieto, y estaba comenzando en el primer grado, murió mi padre. Después de aquello, todos los días mi madre iba conmigo hasta la mitad del camino a la escuela, y trataba de enviarme, pero yo lloraba tan fuerte, que a veces ella también lloraba, y me traía de vuelta a casa, Yo tenía mucho miedo de que un día regresara de la escuela, y al igual que mi padre, mi madre se hubiera ido y me hubiera quedado solo. Paúl y Matt se dieron cuenta de que el temor de Calen no se había originado en nada que hubiera sucedido en sus propias vidas, sino en algo que sucedió en la vida de su abuelo. Una vez que se dieron cuenta de cuál era la raíz del temor, pudieron romper este temor generacional. Y el niño Quedó libre, porque pusieron la sangre de Jesús en el dintel de la puerta de su corazón. Ahora, el diablo no lo puede seguir atormentando.

Ejemplo: Hace unos días estaba en una campaña apostólica y uno de los apóstoles decía, que había ido a un velorio de una madre que se había suicidado, que a su vez también su madre se había suicidado, y que la hermana de esta, también se había suicidado, la difunta había dejado una niña de apenas 3 años, cuando la vio, se dijo entre si, es muy posible que esta niña cuando sea grande también vaya a suicidarse, por lo que opto por romper toda maldición generacional en la vida de aquella pequeña niña, esa gente no necesitaban consuelo, lo que necesitaban era liberación de aquella maldición, por la fueron objeto de generación en generación.

En mi Familia, casi todos han muerto de diabetes, eso les a producido que todos mueran de una forma trágica, por ejemplo, mi mama la que me crió, murió con sus dos piernas amputadas, mi abuelo murió igual, Mi mama Murió también igual, Mi hermano mayor actualmente se le diagnostico que tiene diabetes, ya el vive a dieta, y con sus medicamentos de por vida, pero esas maldiciones tienen que romperse, en el nombre de Jesús, nombre sobre todo nombre.

Ha notado usted, que el padre vivió como borracho, murió borracho, pero ahora el hijo es igual, porque los espíritus son transferible de generación a generación, usted no sabe lo que su mama, o papa hizo cuando usted estaba en el vientre, pudo haberlo ofrecido a algún ídolo, pudo haber hecho algún pacto satánico, “la maldición es como una serpiente que esta escondida debajo de una piedra” que mientras no levantemos la piedra esa serpiente estará allí, hasta que alguien la descubra y la saque fuera, aunque nosotros somos salvos, y vivimos en cristo, no estamos exentos de sufrir los efectos de una maldición generacional: todo cristiano debe Invocar la sangre de cristo sobre su vida, y romper con todo aquello que lo liga, a vivir como sus antepasados, o a tener sus gustos, sus caracteres, su forma de vivir, de andar, de caminar, debe de despojarse de esa mala costumbre de decir es que así soy yo, o así era mi mama, o mi papa, y por esa razón yo soy así.

2. Una maldición puede venir a través de nuestras palabras: aunque estas sean pronunciadas, escritas o meramente formadas en el pensamiento o también con palabras que se han dicho a la ligera, sin premeditación, Ejemplo: cuando alguien dice algo y añade…..no lo decía en serio? O ¿no supe porque lo dije? En modo alguno reduce o revoca el efecto de sus palabras, pero no lo libra de dar cuentas por ellas delante de Dios (Mateo 12:36-37), es muy peligroso cuando hablamos palabras sin pensar (Proverbios 6:2) así que sin darnos cuenta nosotros mismos podemos estar profiriendo palabras de maldiciones en vez de Bendiciones

Tienen un efecto tan poderoso las palabras que la Biblia afirma: “que la vida y la muerte están en poder de la lengua” (Proverbios 18:21) Podemos estar maldiciendo a nuestras familias y a nuestros hijos con las palabras, por eso el cristiano debe de tener cuidado con lo que habla, para no caer en la trampa de una maldición, Ejemplo: una mujer esta orando por su marido y cada día que lo ve llegar a la casa le dice ¿vos nunca cambias, te voy a dejar…? Lo amenaza..!! O ha escuchado a personas que dicen: ¿estoy cansada de vivir nada me sale bien? ¿De que me sirve todo lo que he hecho lo mejor seria que me muriera? Eso mismo dijo Rebeca la esposa de Jacob (Génesis 27: 46) Job Maldijo el día que nació, (Job 3: 1-13) También Elías Maldijo sus días (Reyes 19: 3-4)

También hay algunas expresiones que fueron hechas por nuestros padres en mas de alguna ocasión como: Sos un tonto? No servís para nada? Sos un Idiota, o Sos un Burro, o Sos un estupido, aun más cruel: si yo ni te quería parir, ni quería hijo, podemos hasta encontrarnos con hijos no deseados o hasta madres violadas, o hijos semi-abortados que fueron salvados. Una maldición Generacional puede ser ocasionada por la idolatría de nuestros padres (Éxodos 20: 4-5) también por cualquier objeto de veneración que este en nuestras casas o con cosas que tengan relación con brujería, ocultismo, o santería, la maldición puede estar allí siendo de nuestro conocimiento o no (Deuteronomio 7: 25-26)

3. ¿Cómo Romper la maldición? Los creyentes necesitamos comprender el principio espiritual de la causa y el efecto. Sin comprender el poder de Jesús y su sangre, no podemos ser libres y vamos a seguir fallando todo el tiempo. Necesitamos comprender la verdad que nos hace libres. En Juan 8:32-36, Jesús le estaba hablando a los judíos que Creían en Él, y que ya lo habían reconocido como Salvador. Pero no podían comprender por qué, siendo hijos de Abraham, necesitaban ser liberados. En Juan 8:33, dijeron que ellos no eran esclavos de nadie. No comprendían que con cada pecado cometido ya fuera por ellos, o por sus ancestros, por su ciudad o por su nación, había una maldición espiritual uncida a ese pecado. Los cristianos también necesitamos hacer algo más Que nacer de nuevo y recibir el perdón; y es romper toda maldición ancestral, a menudo escucho predicadores que dicen: que Jesús llevo todo nuestros pecados en la cruz, y eso es verdad, también oigo decir que cristo llevo todas nuestras enfermedades sobre su cuerpo, y también eso es verdad, Pero lo que también Jesús llevo sobre la cruz y en su cuerpo fue nuestras maldiciones; eso lo dice en (Gálatas 3: 13) Hermanos…! Jesús no llevo solamente los pecados y las enfermedades, sino que también nuestras maldiciones y mientras esta revelación no este sobre ti y la entiendas, la serpiente estará debajo de esa la piedra, sino porque estas padeciendo las enfermedades de tus padres, o de tus abuelos pregúntate..! Es tiempo que levantes la piedra y saques todo lo que esta debajo y lo saques fuera de tu vida, ¡ahora no… mañana..!





Pasos de cómo romper la maldición: La maldición es lo opuesto de la bendición Según (Deuteronomio 28: 16-68) maldición es: Humillación, aridez, Esterilidad, enfermedad física y mental, desintegración familiar, pobreza, derrota, opresión, fracaso, des-favor de Dios La apalabra maldición se menciona en la Biblia aproximadamente 230 veces y la palabra Bendición se menciona 410 veces.

    * A- Arrepentirse: tenemos que reconocer que hemos confesado algo malo y arrepentirnos de todo corazón.
    * B- Bautizarce en el Nombre del Señor Jesucristo
    * C- Cancelar lo que sea que dijimos que estuviera mal a través de la oración (Marcos 14: 66-72) y (Juan 21: 15- 17)
    * D- Hablar conforme a las escrituras. Diga de usted lo que Dios dice que usted. Vea los problemas como Dios los ve. Hable solo la palabra de Dios.

4. Necesitamos recibir nuestra libertad: Jesús les estaba diciendo en el versículo 36: "Cuando yo los libere, van a ser verdaderamente libres. No sólo los voy a perdonar, sino que también voy a romper la maldición que llevan encima y que está relacionada con el pecado". Si el Hijo nos ha hecho libres, vamos a ser verdaderamente libres. La palabra "verdaderamente" significa que Jesús va a romper la maldición, y nosotros podremos vivir realmente libres. No sólo nos va a perdonar nuestro pecado, sino que va a romper la iniquidad que lo acompaña. Es importante comprender que un judío siempre podía lograr que sus pecados le fueran perdonados, pero nunca podía lograr que se rompiera la maldición de ese pecado. El rey David y su familia son un notable ejemplo. David fue perdonado, pero la maldición de su pecado pasó a su familia. Le voy a explicar a partir de la misma Palabra de Dios la Forma en que esto funciona:

En (Levítico 16:7-8, 15,19-22) Dice así: después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel... Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio...Y esparcirá sobre el de la sangre con su dedo siete veces, y lo Limpiará, y lo santificará de las inmundicias de los hijos de Israel. Cuando hubiere acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío vivo; y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto. Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto

Dios les ordenó que llevaran dos machos cabríos al Tabernáculo. Uno de ellos quedaba a la puerta del Tabernáculo, mientras que hacían entrar al otro, y lo ponían sobre el altar y lo sacrificaban. Entonces, el sumo sacerdote llevaba a la puerta del Tabernáculo la sangre del macho cabrío sacrificado, la ponía en la cabeza del otro macho cabrío, y confesaba sobre él las iniquidades del pueblo. Un macho cabrío moría por los pecados o transgresiones, y el otro se llevaba la iniquidad la fuerza espiritual interior que causaba destrucción a un desierto o a un lugar árido. Así era como los judíos hacían expiación por sus pecados. En nuestro caso. Jesús murió por nuestros pecados en la cruz, pero también derramó su sangre siete veces, así como Aarón rociaba siete veces la sangre. Por medio de la sangre derramada por Jesús, no sólo se nos perdonan nuestros pecados, sino que también podemos caminar en ese perdón y quedar libres de la maldición del pecado. Ambos machos cabríos representan la obra redentora de Jesucristo.

Había dos machos cabríos, porque Jesús derramó su sangre para que nosotros no sólo fuéramos perdonados con respecto a nuestro pecado, sino también sanados de la iniquidad interior, las magulladuras y las heridas del pecado generacional que nos lleva a perpetuar los pecados de nuestros antepasados. Sólo la sangre de Jesús proporciona el perdón y una nueva forma de vivir. Cuando nacemos de nuevo, recibimos el perdón de nuestros pecados. Pero entonces, necesitamos clamar por la sangre de Jesús sobre nuestra vida para desterrar al desierto la iniquidad y caminar en libertad.

5. Cierre la puerta trasera: En (Mateo 12:43-45) Dice: Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. En el mismo momento en que recibimos a Jesús, todas las fuerzas de las tinieblas que están atacando nuestra vida salen huyendo. Van a ese lugar desierto, en busca de un sitio donde descansar. Quedamos limpios de nuestro pecado, y la causa de la maldición espiritual huye a ese lugar desierto, pero regresa en busca de una puerta abierta. Aunque nuestra vida haya sido barrida y adornada, lavada con la sangre y purificada, si descubre que no comprendemos las maldiciones espirituales y hemos dejado una puerta abierta, regresa y la situación es peor que antes.


Yo veo suceder esto en muchas familias cristianas. Una persona sale de un estilo de vida lleno de pecado, recibe la salvación, y entra en el ministerio o se involucra en su iglesia; después, cría a sus hijos en la iglesia. Entonces, cuando los hijos llegan a la adolescencia, salen a hacer las mismas cosas que solían hacer los padres, sólo que mucho peores. Nosotros nos quedamos estupefactos y preguntamos: "¿Qué sucedió? ¿Qué anda mal? Nuestros hijos fueron criados en la iglesia, pero están haciendo exactamente lo mismo que hacíamos nosotros antes de ser salvos". Esto se debe a que barrimos la casa, pero no cerramos la puerta por medio de la sangre de Jesús, al no Darnos cuenta de que teníamos que romper esa maldición de familia.

(vea Ex.12:21-29) Moisés y los hijos de Israel son un excelente ejemplo de la forma de apartar de nuestro hogar las fuerzas de las tinieblas. Cuando iba a caer la maldición sobre el pueblo de Egipto, Dios le dijo a Moisés que le indicara al pueblo que debían tomar la sangre de un cordero y ponerla en el umbral de sus puertas. Cuando llegó el espíritu de muerte aquella noche, vio la sangre sobre las puertas de sus casas, y no pudo entrar. Romanos 6:23 dice que la paga del pecado es muerte. Esto no habla sólo de la muerte después de la cual tenemos por delante el cielo o el infierno. El divorcio es parte de esa muerte; lo son la pobreza, el racismo, la ira que destruye los matrimonios y las familias, y también las depresiones y las enfermedades. La gente recibe la salvación, pero no ha aprendido a poner la sangre sobre la puerta de su tabernáculo. Cuando usted se da cuenta, y usa el poder de la sangre de Jesús, esos espíritus y esas maldiciones no lo pueden tocar, El divorcio tratará de llegar, pero cuando vea la sangre sobre la puerta de su tabernáculo, no va a poder entrar. Las enfermedades, la depresión, la ira, la violencia y todas las cosas malvadas van a tratar de arremeter contra usted y contra su Familia, pero si usted tiene la sangre de Jesucristo en el dintel de su casa, estará viviendo bajo la Protección divina. Si usted acostumbra a decir, o si oye que alguien dice: "De tal palo, tal astilla", aplíquele a esto la sangre de Jesús. Nada puede cruzar donde está la sangre. En el tabernáculo antiguo hecho de piedra y mortero, el sacerdote usaba la sangre de un cordero para hacer expiación por el pueblo de Dios, pero aquella respuesta era temporal. Hoy en día, usted es el tabernáculo de Dios, y la sangre del Cordero ha sido derramada una vez y para siempre a fin de perdonar su pecado y romper la maldición.

6. Quitar la carga y destruir el yugo: Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción. (Isaías 10:27) La carga será quitada y el yugo será destruido a causa de la unción. Tiene una importancia absoluta el que usted comprenda esta parte de la enseñanza. ¿Recuerda cuando Jesús dijo en Juan 8:32: "Conocerán la verdad, y cuando conozcan y comprendan esta verdad, entonces ella los hará libres"? Los judíos que habían creído, pensaban que tenían toda la verdad que necesitaban, porque eran hijos de Abraham; sin embargo, estaban equivocados. Sus cargas les habían sido quitadas, pero estaban a punto de que fueran destruidos sus yugos, o sus maldiciones de familia. Ahora bien, ¿qué quiere decir esto de que el poder de Dios quita las cargas y destruye los yugos?

En primer lugar, Romanos 6:23 dice que la paga del pecado es muerte. La paga por la carga, o la recompensa por nuestro pecado es la muerte. Cuando yo recibí a Jesucristo como Salvador personal, Él me quitó la carga. Ya yo no tengo que pagar el precio de mi pecado, porque ese precio fue pagado por completo de una vez y por todas. Jesús es el Cristo, lo cual significa que es el ungido de Dios que se llevó nuestra carga. En segundo lugar, su unción también destruye el yugo. Por eso Jesús dijo:"Cuando comprendan la verdad, no sólo van a ser libres, sino que van a ser realmente libres. No sólo les voy a quitar la carga del pecado, que es la muerte, sino que también voy a romper el yugo de pecado, que es la maldición". Todo lo que usted tiene que hacer es reclamar esta verdad por medio de Jesucristo y de su unción. Todo pecado será perdonado y toda maldición quedará rota para usted y su familia en el nombre de Jesús. Lea Isaías (Isaías 53:1) Aunque es un texto bíblico que muchos cristianos se saben de memoria, he descubierto que la mayoría no comprenden la poderosa revelación que Dios nos está profetizando en Jesucristo. “Mas él herido fue por nuestras rebeliones molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Si yo tomara algún tipo de arma y Lo golpeara en el brazo con suficiente fuerza como para romperle la piel, usted comenzaría a sangrar. Eso sería una herida exterior. Jesús fue herido por nuestras rebeliones, por nuestras faltas. Pero después dice que fue molido por nuestros pecados. Si lo golpeo en el brazo sin romperle la piel, se le va a llenar el brazo de magulladuras, lo cual significa que estaría sangrando interiormente. Y la iniquidad es una magulladura espiritual interior que trata de quebrantamos o destruirnos la vida. Isaías 1:18 dice: "Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana". La palabra "grana" habla de algo "doblemente sumergido, o doblemente teñido... doblar, o hacer algo dos veces".

Ahora es necesario saber que usted esta limpio en su espíritu, ya que en Hebreos 7: 28 dice que estamos perfectos para siempre. Estamos en un mejor pacto establecido sobre mejores promesas (Hebreos 8: 6-7). Estamos sin pecado (verso 12) y sin ley (verso 13). Todo esto en el espíritu. Cuando usted dijo: "Señor entra a en mi corazón", en efecto Cristo entro en su espíritu (I Corintios 6:17) Dios no puede habitar en nada inmudo, y nuestro espíritu es el Lugar Santisimo de este cuerpo llamado "Templo del Espíritu Santo". Jesus en la Cruz quito el pecado del espíritu no obstante, no es el mejoramiento de aquella naturaleza caída en nosotros. Dios no la mejora, sino que la condena, como aprendemos en Romanos 8:3: "Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne". Él perdona nuestros pecados, pero no la naturaleza que nos lleva al pecado. Ésta permanecerá con nosotros durante todo el tiempo que estemos en este cuerpo. Incluso si uno ha estado salvado durante cincuenta años, la naturaleza caída no ha mejorado ni una brizna, y nunca lo hará. Es por esto que los cristianos pecan. Dejan que la naturaleza caída actue. Muchos cristianos abrigan dudas acerca de su salvación porque no han sido enseñados "conforme a la verdad que está en Jesús" (Efesios 4:21). Se ven sorprendidos que después de ser salvos siguen queriendo hacer aquellas cosas que están mal. Así que Satanás les dice: "Quizá no sois salvos, porque algunos de aquellos viejos deseos siguen ahí". Pero, ¿no dijo el Señor, "lo que es nacido de la carne, carne es"? (Juan 3:6). Y el apóstol Pablo tuvo que decir: "En mí, esto es, en mi carne, no mora el bien" (Romanos 7:18). Seguía teniendo consigo la naturaleza caída, incluso después de haber sido salvo todos aquellos años. Entendiendo esto no podemos dejar cabos sueltos al enemigo.

Cuando Dios nos dice que la sangre de Jesús nos limpia, significa que somos doblemente sumergidos. Somos perdonados, pero también somos liberados de la iniquidad. Vamos al cielo, pero también somos sanados en nuestro interior, para que podamos llevar una vida pura, santa y justa sobre la tierra. Tenemos el poder necesario para resistirnos al pecado y llevar una vida santa. Tenemos el poder necesario para resistirnos a la ira, la violencia, las drogas y la depresión. Cualesquiera que hayan sido nuestros pecados; por profundamente manchada que esté nuestra vida, la sangre de Jesús no se limita a cubrir todo esto, sino que lo lava. Y Jesús no sólo lava el pecado, sino que también lava la consecuencia de nuestro pecado, que es la muerte. Tenemos vida eterna. Las heridas sangran en el exterior: y las rebeliones son los actos externos. Así que cuando la Biblia dice que Jesús fue herido por nuestras transgresiones, esto significa que la sangre que Él derramó en el exterior lava nuestra vida de todo pecado. Él es el que elimina nuestras cargas. Cuando fue molido, Fue molido en el interior para lavar ese espíritu de maldición: Él es también el destructor de yugos. Fue herido por nuestras transgresiones, y también fue molido por nuestras iniquidades. Él es el que quita las cargas y destruye los yugos. Él lo lava todo en el exterior y nos hace libres en el interior.

7. Bendiciones e iniquidades a través de generaciones: Vemos en la Biblia gente cuya vida bendijo a su familia y a su nación. Vemos también gente cuyas acciones les acarrearon una maldición a su familia, su ciudad y su nación. Usted y yo no somos diferentes. Estamos cosechando las consecuencias del pecado de Adán. También estamos cosechando las consecuencias de la promesa de Dios a Abraham de que todas las familias de la tierra serían bendecidas por medio de él. A través de Abraham y de sus descendientes, Isaac y Jacob, aparecieron las doce tribus de Israel que terminaron convirtiéndose en la nación de Israel. De esta nación vino Jesús, y por medio de Jesús, la maldición fue rota. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. (Génesis 12:2-3) No importa que usted esté sufriendo por una maldición que es consecuencia de algo que usted mismo haya hecho, o que se debe a algo que hayan hecho sus antepasados. El Cristo que quita las cargas y destruye los yugos vino para hacerlo libre. Ya usted no tiene que pagar más las consecuencias de esa maldición. Puede vivir en las bendiciones, en la libertad de la redención y en la restauración de Dios. Amen… gloria a Dios.

Agradecimientos al Rev: Bayardo Antonio Guadamuz por permitirme adaptar y conceptuar desde este articulo.

EL ENGAÑO EN TIEMPOS MODERNOS

Existe una idea fija en la mente de los creyentes de hoy, y es que los verdaderos creyentes que buscan a Dios no pueden ser engañados por el diablo. Esta es otra más de las mentiras de Satanás por medio de la cual busca llevar a los hermanos a una falsa posición de seguridad. La misma historia de la iglesia nos demuestra que esta idea es falsa, pues cada “dardo del error” que ha tenido su amaro fruto, tuvo su origen en la mente de los devotos creyentes que eran ciertamente “honestos” y buscaban al Señor. Ellos han sido los primeros que admitieron las falsedades del maligno, que les indujo a practicar el error “con apariencia de piedad”.
Los espíritus mentirosos han aprovechado la oportunidad que ellos les han dado al querer obedecer LITERALMENTE la palabra de Dios, empujándolos a niveles de una verdad desequilibrada con las consiguientes prácticas erróneas. Lamentablemente estos estimados cristianos se han aferrado solamente a la “letra” dejando de lado las mismas palabras de las Escrituras, donde en 2 Corintios 3:6, dice: …el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica. Muchos de los que han sufrido por su ciega adhesión a estos “mandatos bíblicos” se creen que han sido verdaderos mártires por Cristo.
Después del avivamiento de Gales, el cual fue una verdadera obra de Dios, hubo una “segunda generación” de creyentes que resbalaron y cayeron bajo el engaño de los poderes del diablo, precisamente por no haber sido capaces de distinguir sus obras de falsificación de las verdaderas obras de Dios. En los últimos años ha habido muchos otros “movimientos” con un gran número de seguidores que cayeron en el engaño por medio de los dardos de los espíritus mentirosos, simuladores de obras de piedad que no eran tales y ante las cuales estos “honestos” hijos de Dios quedaban deslumbrados. Estos creyentes deberían haberse arrepentido para volver a “su buen sentido” y escapar del lazo del diablo, del cual estaban cautivos. No debemos olvidarnos que una imitación no es el original, pero puede llegar a parecerse de modo tal que engañe aún a los más conocedores.
¿Por qué un creyente puede ser engañado por Satanás? Por varias razones. 1)= Cuando un hombre se convierte en hijo de Dios por la regeneración del Espíritu al haber creído en la obra expiatoria de Cristo, no recibe de una sola vez todo el conocimiento espiritual acerca de Dios, de sí mismo, o del diablo.
2)= La mente que está oscurecida por naturaleza y que permanece bajo un velo creado por Satanás sólo puede ser renovada y dicho velo destruido en la medida que la luz de la verdad penetre en ella y de acuerdo a la medida que el creyente sea capaz de asimilarla.
3)= El “engaño” tiene que ver con la mente y significa un pensamiento erróneo admitido en la mente bajo el engaño de que es verdadero. Puesto que el engaño se basa en la ignorancia y no en el carácter moral, un cristiano que sea “verdadero” y “fiel” hasta la medida del conocimiento que posee, está, por lógica, abierto al engaño en la esfera donde es ignorante en cuanto a las “estratagemas” del maligno. Esto significa lisa y llanamente que: estamos expuestos a ser engañados por el diablo a causa de nuestra ignorancia.
4)= El pensamiento de que Dios protegerá a un creyente de ser engañado por el enemigo por el hecho de que sea fiel y verdadero es, en sí mismo, un engaño, porque tal pensamiento hace que el creyente se ponga fuera de su posición de guardia y vigilancia y porque además deben haber ciertas condiciones de su parte para que esta protección divina se haga efectiva. Dios no hace nada de lo que el hombre puede hacer, sino más bien por medio de su cooperación con Él. Dios ya ha dado al creyente conocimiento suficiente por medio del cual puede prevenirse de ser engañado.
5)= Si no fuera así el Señor no hubiera advertido a sus discípulos las muchas veces que lo hizo, según lo registran las Escrituras. El conocimiento de que es posible caer víctima del engaño del maligno mantiene la mente abierta a la verdad y a la luz de Dios y es una de las condiciones primordiales para que el mismo Señor nos guarde, mientras que una mente cerrada a la luz y la verdad es una garantía de que será engañada por Satanás en la primera oportunidad que este tenga.
Mirando retrospectivamente la historia de la iglesia y prestando atención a las muchas “herejías” que han aparecido podemos localizar el origen del período de engaño con alguna gran crisis en la cual el hombre, dejando sus facultades inactivas, se “abandonó” a la influencia del Espíritu Santo sin saber que al hacerlo de una manera impropia se estaba exponiendo a los poderes del mundo invisible.
El peligro de una actitud tal es que mientras el creyente utilice sus facultades racionales de juzgar lo recto y lo errado podrá seguir obedeciendo la voluntad de Dios desde un principio firme. Ahora bien, cuando se abandona a “las influencias espirituales” empieza a obedecer a una “persona invisible” y somete sus facultades y razonamiento en ciega obediencia a lo que cree que viene “de parte de Dios”; la voluntad humana rendida que busca llevar a cabo la voluntad de Dios a cualquier costo y sin la cooperación de sus facultades, como su razonamiento y su inteligencia queda sujeta a los poderes del mundo invisible. El creyente cae entonces en un terreno donde cree que todo lo “sobrenatural” tiene que venir de Dios y donde carece de entendimiento y conocimiento para discernir lo falso de lo verdadero. Este es uno de los riesgos más grandes y más graves que pueda correr un hijo de Dios. Habría que analizar profundamente en casos así si ese paso de rendimiento a “obedecer al Espíritu” ha sido dado en armonía con lo que dice al respecto la Palabra de Dios, pues habiendo sido testigos de la manera como tantas almas han resbalado y hasta naufragado en ese intento, es difícil pensar que una actitud completamente escritural sea causa de un peligro tan inminente.
(Hechos 5: 32)= Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.
Este es el versículo en el que se basan los que defienden la posición de “obedecer al espíritu”. Fue usado por pedro ante el concilio de Jerusalén, pero todo el pasaje necesita un estudio cuidadoso para poder interpretarlo correctamente. Pedro, también dijo en el Sanedrín, tal como se lo lee en Hechos 5:29, que …hay que obedecer a Dios antes que a los hombres, y luego dirá lo que ya vimos: …Y nosotros somos testigos… y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen. ¿Qué quiere decir Pedro con estas palabras al Sumo Sacerdote: ¿Obedecer al Espíritu u obedecer a Dios? La distinción es importante y el orden de las palabras sólo puede interpretarse correctamente cotejando este pasaje con otras partes de las Escrituras, de donde se desprende la enseñanza que hemos de obedecer al Dios trino en los cielos por medio del Espíritu Santo que mora en nosotros. El colocar al Espíritu Santo como el objeto de la obediencia, antes que Dios, el Padre, a través del Hijo, por medio del Espíritu, crea el peligro de llevar al creyente a fiarse u obedecer a un “espíritu” dentro o alrededor de él en vez de al Dios de los cielos. El creyente, unido al Hijo de Dios, debe obedecer a Dios. Entonces, ¿Cuál es la función del Espíritu Santo? Ser el medio a través del cual Dios es adorado y obedecido.
El Espíritu Santo no debe ser el centro u objeto del pensamiento o la adoración. Ni siquiera Él mismo se ha colocado en ese lugar. Las escrituras nos dicen con toda claridad en Juan 16:13: Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber todas las cosas que habrán de venir. Será un maestro, conforme a Juan 14:26: Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. No dará testimonio de sí mismo, sino de otro, tal como vemos en Juan 15:26: Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Glorificará a otro, no a sí mismo, según Juan 16:14: El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. En suma y síntesis: su obra será la de guiar a las almas a una unión con el Hijo y al conocimiento del Padre de los cielos.
Si una persona que no tiene conocimiento sólido de lo que dicen las Escrituras sobre la obra de la Trinidad intenta “obedecer al espíritu” como propósito supremo, el engañador tratará por todos los medios de falsificar la guía del Espíritu y hasta, si es posible, su misma presencia.
Es en ocasiones como estas cuando la ignorancia del creyente en cuanto al mundo espiritual, la obra de los poderes de las tinieblas y las condiciones sobre las cuales Dios obra en y a través de él, le dan al enemigo la gran oportunidad que estaba esperando. El peligro es real para cualquier creyente, a menos que esté preparado e instruido como lo estuvieron los apóstoles después de pasar tres años junto al Señor, recibiendo enseñanza directa de Él. El peligro principal radica en ubicarse en el terreno de la “guía sobrenatural” cuando no se es capaz de discernir la verdadera voluntad de Dios de las falsas manifestaciones del enemigo, que pueden expresarse en forma de: profecías, lenguas, sanidades y otras experiencias espirituales conectadas con la obra del Espíritu Santo.
Aquellos que tienen sus ojos espirituales abiertos para entender el combate, que presentan las fuerzas malévolas del reino espiritual, se darán cuenta que muy pocos creyentes pueden decir sin temor a equivocarse que están realmente obedeciendo únicamente a Dios en sus vidas. Los factores que intervienen en la vida del creyente son muchos; su propia mente, espíritu o voluntad, y además las repetidas intrusiones de los poderes de las tinieblas. Todas estas cosas más las opiniones y los consejos no siempre acertados de otros cristianos, hacen bastante difícil, (Si bien no imposible), que el creyente viva obedeciendo únicamente a Dios en todo momento.
Hay un discernimiento que es un don espiritual y que capacita al creyente para discernir o distinguir los espíritus, pero este ejercicio también requiere un conocimiento o doctrina para distinguir entre la doctrina que es de Dios y las doctrinas o enseñanzas de los malos espíritus. Hay creyentes que mediante el don de discernir los espíritus pueden detectar qué clase de espíritu es el que está obrando. Luego existe una prueba de los espíritus, la cual es doctrinal. En el primer caso el creyente puede saber por el espíritu de discernimiento, que hay uno o más espíritus mentirosos en una reunión o en una persona, pero sin embargo no tiene el entendimiento necesario para probar las doctrinas que presenta un maestro de la Biblia. En ambos casos necesita conocimiento, ya sea para distinguir un espíritu mentiroso, (Aunque todas las apariencias sean contrarias), como para saber con certeza que la enseñanza impartida proviene de Dios.
En la obediencia personal a Dios el creyente puede detectar si está obedeciendo a Dios en algún “mandamiento”, juzgando los frutos o consecuencias que este tiene y poniéndolo en armonía con el carácter de Dios. Para ello ha de ponerlo frente a estas verdades: a) Dios siempre tiene un propósito en sus mandamientos, y b) Él nunca ordenará algo que no esté en armonía con su carácter y su palabra.
Para discernir mejor la obra y los métodos de los malos espíritus es necesario un examen cuidadoso de las teorías, expresiones y conceptos modernos que tienen que ver con las cosas de Dios y su manera de obrar en el hombre. Sólo la verdad de Dios puede proporcionar la protección necesaria para el conflicto con los espíritus malignos en esferas celestiales.
Todo lo que sea en algún grado el producto o resultado de la mente del “hombre natural”, no serán sino armas inútiles en esta colosal batalla, y si nos confiamos en “las verdades” que dicen los demás, o en las que nosotros pensamos, Satanás usará estas mismas cosas para engañarnos. Puede que trate de “construirnos” una teoría o doctrina sobre esas cosas y por medio de ellas encubrir sus mentiras y llevar a cabo sus funestos propósitos.
Por tanto no podemos nunca llegar a apreciar la importancia de que haya creyentes que tengan la mente abierta y ejercitada para examinar todas las cosas que tienen que ver con las verdades de Dios y el mundo espiritual. Cualquier interpretación errónea de la verdad tendrá consecuencias muy peligrosas tanto para nosotros mismos como para los demás, principalmente en estos tiempos difíciles que la Iglesia de Cristo está atravesando. Puesto que en los “últimos tiempos” Satanás vendrá con engaños en forma de doctrina los creyentes hemos de examinarlo todo cuidadosamente para saber si viene de los emisarios del engañador.
El apóstol Pablo urge a los creyentes a examinar una y otra vez las cosas espirituales. 1 Corintios 2:14 dice: …Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. Este examen o juicio espiritual se menciona en conexión con las cosas que son del Espíritu de Dios, mostrando de esta manera cómo Dios mismo honra la personificación inteligente de este hombre que Él ha regenerado en Cristo. Él mismo es quien invita a “juzgar” o “examinar” sus propias obras por medio de su espíritu, de manera que aún las “cosas que son del Espíritu” no han de recibirse sin antes ser examinadas y “discernidas espiritualmente”, para asegurarse que vienen de Dios. Por eso cuando en los días de hoy se dice que no es necesario que el creyente entienda o pueda explicar las cosas de Dios se está afirmando algo que va en contra la misma declaración del apóstol que vimos en 1 Corintios 2:14. El creyente debe rechazar aquellas cosas que en su juicio espiritual no puede aceptar, hasta el tiempo cuando sea capaz de discernir con claridad cuales son las cosas de Dios.
No sólo el creyente debe discernir o juzgar las cosas del espíritu o del reino espiritual, sino que también debe juzgarse a sí mismo: 1 Corintios 11:31 dice: Si, pues, nos examinamos a nosotros mismos, no seríamos juzgados. Esto es: no tendríamos necesidad de que el Señor tuviera que traer a la luz las cosas en las que nosotros hemos fracasado al discernirlas por discriminación. La palabra “examinar” en el original significa hacerlo “a través de una investigación”.
(1 Corintios 14: 20)= Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. Así escribió el apóstol a los corintios cuando les explicaba cuál era la manera de obrar del Espíritu Santo para con ellos. En su mente el creyente tiene que ser “maduro” y examinar o poner a prueba, todas las cosas. El creyente de hoy ha de tener sus facultades mentales maduras y bien despiertas, tal como se lo expresa en Filipenses 1:10: Para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo.
De acuerdo con estas directivas de la palabra de Dios y en vista de los días tan críticos que estamos viviendo cada expresión, “visión” o teoría que sostenemos concerniente a las cosas espirituales ha de ser examinada con todo cuidado y puesta a prueba. Esto debe hacerse con el deseo abierto y honesto de querer conocer la verdad de Dios, así como cada declaración que llega a nuestro conocimiento de parte de las experiencias de los otros, y que puede arrojar luz en nuestro camino. Cada crítica, justa o injusta, debería examinarse para ver cual es su verdadero terreno si aparente o real, y lo mismo debe hacerse con cada aspecto de la iglesia de Dios para saber si está fundamentado sobre la palabra o falsas concepciones. El conocimiento de la verdad es esencial para la lucha con los espíritus mentirosos de Satanás. Hemos de asimilar este conocimiento de la verdad misma de las Escrituras; una verdad sin mutilaciones, sin diluciones, sin adiciones ni cambios de ninguna especie.
Hay un principio fundamental que tiene que ver con el poder libertador de la verdad en cuanto a las mentiras y los engaños del diablo. La liberación de creer a la mentira debe de venir por creer a la verdad. Nada sino la verdad puede destronar a la mentira. Juan 8:32 nos dice: …y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres… Esta declaración se aplica a cada aspecto de la verdad, en general, así como también a la verdad que enseñaba el Señor en ocasión de pronunciar estas palabras.
Si el hombre ha de ser salvo, la primera verdad que tiene que conocer es la del Evangelio. Cristo es el Salvador, pero Él salva usando medios o instrumentos, si el creyente necesita libertad debe pedirla al Hijo de Dios. ¿Cuál es la manera de liberar de Cristo? Por medio del Espíritu Santo y a su vez el Espíritu lo hace tomando como instrumento la verdad. Es decir que la libertad es el don del Hijo por medio del Espíritu obrando a través de la verdad.
Los que te describiré a continuación, son los tres estados fundamentales de captación de la verdad: 1)= Percepción de la verdad por medio del entendimiento. 2)= Percepción de la verdad para su uso y aplicación personal. 3)= percepción de la verdad para su enseñanza y comunicación a los demás. La verdad que parece no haberse asimilado permanece, sin embargo, latente en la mente y en la hora de necesidad emerge de pronto al plano de la experiencia.
La gran necesidad de todos los creyentes es la de buscar la verdad para su liberación progresiva de las mentiras de Satanás. Si los que oyen la verdad la resisten o se rebelan contra ella podemos entonces dejarla bajo la responsabilidad y el cuidado del Espíritu de Verdad. Aun en aquellos casos en que la persona se ha resistido a la verdad, ésta, por lo menos, ha tocado su mente, y en cualquier momento puede fructificar y emerger a la esfera de la experiencia.
Hay tres actitudes de la mente en cuanto al conocimiento: 1)= La asunción de saber algo. 2)= La neutralidad hacia ello: “todavía no lo sé”. 3)= La certeza de un conocimiento real. Estos tres puntos, por ejemplo, se aplican a lo que la gente opinaba del Señor Jesucristo. Algunos decían: “es un falso profeta”, con una presunción de conocimiento; otros decían: “no sabemos”, asumiendo una posición de neutralidad hasta que supieron quién era, pero Pedro dijo: “Sabemos…” Y él era quien tenía el conocimiento verdadero.
Cuando los creyentes escuchan por primera vez la posibilidad de que los espíritus engañadores falsifican las doctrinas y las obras de Dios casi siempre preguntan: ¿Cómo sabremos quién es quien? En primer lugar, para ellos es suficiente saber que tales falsificaciones son perfectamente factibles, luego, a medida que van madurando, deben buscar luz de parte de Dios y aprender a conocerse a sí mismos de una manera como ningún otro puede hacerlo. Sin embargo, a pesar de que algunos de ellos son bastante crecidos espiritualmente todavía se preguntan: “¿Cómo podremos saberlo?” Lo que deberían hacer como primera medida es mantenerse neutrales hacia todas las manifestaciones sobrenaturales que les sean concedidas.
Entre muchos creyentes hay un deseo exagerado o erróneo en cuanto a saber más, pues piensan que el conocimiento de por sí es suficiente para salvarles. Creen que deben de tener una actitud de pro o de contra hacia lo que no pueden decidir si es de Dios o del diablo, deseando saber en forma inmediata e infalible quien es quien para poder aclarar su posición. Uno de los efectos devastadores de esa ansiedad desmedida es una impaciencia, preocupación y turbación que ocasiona una baja importante en la moral del creyente. Cuando se trata de buscar una “bendición” es importante cuidar de no destruir otra. Al buscar conocimiento en cuanto a las cosas espirituales el creyente no debe perder su calma y descanso en la fe, puesto que Satanás podría aprovechar esta ventaja para robar al creyente el poder moral durante el tiempo en que él trata, afanosamente, de triunfar sobre el enemigo.
Asimismo, hay conceptos erróneos con relación a la sangre de Cristo. Lo que la Biblia dice al respecto, se puede resumir en: 1) La sangre de Cristo nos limpia de todo pecado si “andamos a la luz” y “si confesamos nuestros pecados”. 2) Nos abre acceso al Padre por el poder que tiene para limpiar el pecado. 3) La sangre es el terreno donde se afirma la victoria contra Satanás, porque nos limpia de todo pecado confesado y porque en el Calvario Satanás sufrió su aplastante derrota. Pero mucha atención: Las Escrituras no dicen en ninguna parte que cualquiera puede ponerse “bajo la sangre de Cristo” aparte de su voluntad y de su condición individual ante Dios. Y le doy un ejemplo: Si alguien invoca la sangre de Cristo en una reunión y una sola persona le está dando terreno a Satanás, el haber clamado por la sangre no impedirá que el diablo obre sobre el terreno a que tiene derecho en esa persona. Mucha es la gente que, creyendo estar a cubierto, se ha encontrado con amargas realidades sencillamente por no haberse tomado el trabajo de escudriñar debidamente.
El otro concepto a ver es el de esperar “que el Espíritu descienda”. La expresión de “esperar en el Señor” del Antiguo Testamento ha sido aplicada equivocadamente en el Nuevo Testamento. Tanto que en muchos sitios, lamentablemente, luego de esperar meses y hasta años, los que han “descendido” fueron espíritus engañadores. ¿Qué pasó? LO que la Biblia dice al respecto, se puede resumir así: 1) Los discípulos esperaron diez días, pero la Biblia no dice que lo hayan hecho de manera pasiva, sin hacer nada. Es notorio que estuvieron, por lo menos, orando. 2) La orden de esperar dada por el mismo Señor no fue llevada a cabo en la presente dispensación después de la venida del Espíritu, puesto que en ningún momento, ni en los Hechos ni en las epístolas, los apóstoles pidieron a los discípulos que “esperaran” al Espíritu, sino que usaron la palabra “recibir” en cada caso. Y la palabra griega usada para RECIBIR tiene la fuerza del término Asir, es decir: que es todo lo contrario a una actitud pasiva.
Otro de los peligros es el inventar o preconcebir ciertas frases para describir alguna experiencia especial y el uso de palabras no claras entre los hijos de Dios más recientes, tales como “posesión”, “iluminación”, “control”, “rendirse a” y otras en relación a las cosas espirituales. Lo que sucede es que su interpretación en la mente de muchos creyentes resulta distorsionada. Esto los predispone a cierta condición en la cual los espíritus malignos entren a “controlar” a aquellos que se “rindan” a los poderes del mundo espiritual y que por falta de madurez y conocimiento no sepan discernir entre las obras de Dios y las del diablo.
Algunos conceptos preconcebidos sobre la manera en que Dios obra también pueden dar una oportunidad a los espíritus malignos, así como, por ejemplo, cuando un creyente se ve impulsado o compelido a actuar y dice que lo hizo porque Dios lo estaba “guiando”. También hay quienes afirman que si Dios puede traer a nuestra memoria o nuestro “recuerdo” todas las cosas, no necesitamos usar en absoluto nuestra memoria. Otros pensamientos que pueden ponernos en la condición pasiva que los espíritus malignos buscan para obrar a su antojo son, por ejemplo, las siguientes:
1)= “Cristo vive en mí” Yo ya no vivo en absoluto. 2)= “Cristo vive en mí”; he perdido mi personalidad, porque ahora Cristo está en mí en una forma personal. 3)= “Dios obra en mí”; yo no necesito obrar ni actuar en absoluto, sino solamente rendirme y obedecerle. 4)= Yo no ejerzo mi voluntad, Dios la ejerce en mi lugar. 5)= “Dios es el único que puede juzgar”, por tanto no debo usar mi facultad de juicio. 6)= “Yo tengo la mente de Cristo”, así que ya no tengo más mi propia mente ni la uso para nada. 7)= “Dios me habla”, de manera que ya no debo “pensar” ni “razonar”, sino sólo “obedecer” lo que Él quiera que yo haga. 8)= “Yo espero en Dios”, y no debo actuar hasta que Él me mueva. 9)= “Dios me revela su voluntad por medio de visiones”, de forma que no necesito tomar decisiones ni usar mi razón o mi conciencia. 10)= “Con Cristo estoy juntamente crucificado”, y por lo tanto, estoy muerto y debo “practicar” esa muerte, entregándome a una pasividad total en pensamiento, sentimientos, emociones, etc.
Para poder llevar a la práctica estos variados y confusos conceptos acerca de la verdad el creyente se ve obligado a anular toda acción personal de su mente, juicio, razonamiento, voluntad y actividad, porque supone que la “vida divina” está fluyendo a través de él. Sin embargo, la verdad es otra muy distinta. Dios necesita la completa liberación de las facultades del hombre y la activa cooperación de su voluntad para llevar a cabo en el terreno de la experiencia todas estas verdades espirituales. En vista de todo lo comentado, ¿Cuál será, entonces, la condición o condiciones para estar a salvo del engaño de los espíritus malignos? 1) El conocimiento de que existen. 2) Aceptar de que pueden engañar a cualquiera, aún a los más crecidos. 3) Tener un entendimiento cabal del terreno que necesitan a los fines de no dárselos. 4) Tener un conocimiento inteligente de Dios y de cómo cooperar con Él para que el poder del Espíritu Santo obre en nuestras vidas.

LA TRINIDAD UNA DOCTRINA DIABOLICA

En Babilonia tres seres humanos, usurparon la adoración y la gloria que se le debe dar al único Dios Verdadero, quien es nuestro Señor Jesucristo. Nimrod, Semíramis y Tamuz formaron una deidad triuna, pues se argumentó que siendo tres que no eran tres sino uno. Enseñaron que ellos estaban perfectamente unidos como un solo dios. La trinidad es una doctrina diabólica pues proviene de Babilonia. La trinidad fue inventada en Babilonia cuando se argumentó que tres seres humanos (ahora llamados dioses) formaban una sola divinidad. El número del hombre es el seis, y tres seis unidos en uno nos conducen al número seiscientos sesenta y seis, el número de la bestia. La trinidad es una doctrina diabólica que presenta como dios a un dios que no es el Dios de la Biblia. “Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.” (Apocalipsis 13:18) Por esta razón, otros de los símbolos utilizados para representar al dios trino inventado en Babilonia consistían en la exhibición de tres números seis formando una sola unidad.
  
LA TRINIDAD Y LA MARCA DE LA BESTIA
En Babilonia tres seres humanos, usurparon la adoración y la gloria que se le debe dar al único Dios Verdadero, quien es nuestro Señor Jesucristo. Nimrod, Semíramis y Tamuz formaron una deidad triuna, pues se argumentó que siendo tres que no eran tres sino uno. Enseñaron que ellos estaban perfectamente unidos como un solo dios. La trinidad es una doctrina diabólica pues proviene de Babilonia. La trinidad fue inventada en Babilonia cuando se argumentó que tres seres humanos (ahora llamados dioses) formaban una sola divinidad. El número del hombre es el seis, y tres seis unidos en uno nos conducen al número seiscientos sesenta y seis, el número de la bestia. La trinidad es una doctrina diabólica que presenta como dios a un dios que no es el Dios de la Biblia. “Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.” (Apocalipsis 13:18) Por esta razón, otros de los símbolos utilizados para representar al dios trino inventado en Babilonia consistían en la exhibición de tres números seis formando una sola unidad.


Muchos “teólogos titulados” e historiadores enseñan la falsedad de que el famoso Concilio de Nicea, del año 325 D.C, fue un Concilio trinitario, y que el Credo resultante de ese Concilio, el Credo de Nicea, enseña la doctrina de la Trinidad. En este apartado veremos la falsedad de esa enseñanza.
El Concilio de Nicea estableció la doctrina bíblica de la DIVINIDAD DEL MESÍAS, ¡pero no la doctrina falsa de la Trinidad!
 
LAS TRES VERSIONES DEL CREDO
El llamado "Credo" es la confesión de la fe Cristiana, de forma resumida, enseñada y predicada por los primeros cristianos. Ahora bien, antes de nada tenemos que saber que hay TRES VERSIONES DIFERENTES DEL CREDO:
1- El Credo de los Apóstoles, llamado también el Símbolo de los Apóstoles, no porque lo escribieran directamente los 12 apóstoles, sino porque era la fe de los primeros cristianos enseñada por los apóstoles. Como veremos después, ¡este Credo no enseña por ninguna parte la doctrina de la Trinidad!, es decir, este Credo no dice por ninguna parte que Dios sea una misteriosa trinidad de personas divinas, ni que Dios sea "trino".
2- El Credo Niceno-Constantinopolitano, redactado en el Concilio de Nicea, en el año 325, y ampliado después en el Concilio de Constantinopla, en el año 381. Este Credo tampoco enseña por ninguna parte la doctrina de la Trinidad, como veremos después.
3- El Credo de Atanasio, atribuido también a Ambrosio de Milán y redactado poco después del año 500 D.C. Es en este Credo donde la iglesia Católica comenzó a enseñar de forma oficial y clara la doctrina falsa de la Trinidad, la cual fue impuesta en toda la Cristiandad por ciertos obispos trinitarios, y defendida por la fuerza por medio del poder civil de los emperadores romanos, es decir, ¡los cristianos que rechazaban ese Credo trinitario de Atanasio eran excomulgados de la Iglesia católica, y perseguidos por el poder civil!
Como veremos seguidamente, en los dos primeros Credos NO SE ENSEÑA LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD, es decir, no se dice por ninguna parte que Dios sea una misteriosa trinidad de personas, sin embargo, ¡en el tercer Credo, el de Atanasio, sí que se enseña la doctrina de la trinidad!
Por consiguiente, esto demuestra a todas luces que LOS APÓSTOLES Y LOS PRIMEROS CRISTIANOS DE LOS TRES PRIMEROS SIGLOS JAMÁS CREYERON NI ENSEÑARON LA DOCTRINA FALSA DE LA TRINIDAD, ellos creían en el Padre, en el Hijo y en el espíritu santo, ¡pero jamás enseñaron que los tres formaran un solo Dios!
Vamos a analizar seguidamente estas tres interesantísimas versiones del Credo, para comprobar todo lo que he dicho:
EL CREDO DE LOS APÓSTOLES
Esta versión del Credo de los Apóstoles la he tomado de la siguiente dirección web: http://www.enjesus.com/credo.htm
"Yo creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Yo creo en JesuMesías, Hijo unigénito de Dios, Nuestro Señor, quien fue concebido por el Espíritu Santo, nacido de María la Virgen, sufrió bajo Poncio Pilato, fue crucificado, murió y fue sepultado; descendió donde los muertos. Al tercer día resucitó; ascendió al cielo. Está sentado a la diestra del Padre, y regresará para juzgar a vivos y muertos.
Yo creo en el Espíritu Santo, la santa iglesia universal, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo, y la vida eterna.
AMEN."
Como podemos observar, en dicho Credo Apostólico NO se enseña por ninguna parte la doctrina de la Trinidad. En él no se dice por ninguna parte que Dios sea "trino", sin embargo, ¡esta era la fe de los apóstoles y de los primeros cristianos!
En este hermoso y breve Credo Apostólico lo único que se dice es que los cristianos creemos en un Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, lo cual está en completa armonía con la enseñanza del Evangelio.
El Credo Apostólico dice que creemos en JesuMesías, el Hijo unigénito de Dios, el cual es nuestro Señor, fue concebido del espíritu santo, nació de María virgen, sufrió bajo el gobierno de Poncio Pilato, fue crucificado, murió y fue sepultado, descendiendo así al lugar de los muertos, es decir, al Hades. ¡Todo esto está en completa armonía con el Evangelio!, ya que esto es lo que enseña el Nuevo Testamento de forma irrefutable.
El Credo de los Apóstoles sigue diciendo que el Mesías resucitó al tercer día, y ascendió al cielo, lo cual también está en completa armonía con el Evangelio y el Nuevo Testamento.
También dice ese Credo que el Mesías está ahora sentado a la diestra del Padre, y que regresará del cielo para juzgar a los vivos y a los muertos. Todo esto también está en completa armonía con el Evangelio y el Nuevo Testamento.
Después dice el Credo de los Apóstoles que los cristianos creemos en el espíritu santo, en la santa Iglesia Universal o Católica (no confundir con la actual iglesia católica romana), en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección del cuerpo y en la vida eterna, ¡todo lo cual es enseñado claramente en el Nuevo Testamento! Por consiguiente, quien se considere cristiano, JAMÁS podrá decir que este Credo de los Apóstoles es un Credo apóstata o antibíblico, sino todo lo contrario, ¡es un Credo totalmente cierto y exacto!, basado firmemente en la predicación o Doctrina del Mesías y los 12 apóstoles, tal como está registrada en el Nuevo Testamento.
Analicemos ahora el Credo Niceno-Constantinopolitano.
EL CREDO NICENO -CONSTANTINOPOLITANO

Esta versión del Credo Niceno-Constantinopolitano la he tomado de la siguiente web: http://anglican.tripod.com.mx/otros/credos.HTM#3
"Creemos en un solo Dios Padre todopoderoso, Creador de cielo y tierra, de todo lo visible e invisible. Creemos en un solo Señor, JesuMesías, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros y por nuestra salvación bajó del cielo; por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la virgen, y se hizo hombre. Por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado. Resucitó al tercer día, según las Escrituras, subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre.
De nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creemos en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede  del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creemos en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Reconocemos un solo Bautismo para el perdón de los pecados.
Esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén."
Como podemos observar, en dicho Credo de Nicea-Constantinopla TAMPOCO SE ENSEÑA LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD, ya que no se dice por ninguna parte que Dios sea "trino", ni que el Padre, el Hijo y el espíritu santo sean un solo Dios, ¡lo que sí enseña ese Credo correctamente es la DIVINIDAD DEL MESÍAS!, la cual es enseñada también en el Nuevo Testamento (Jn.1:1. 18, Ro.9:5, Filp.2:6, Tito 2:13, Heb.1:8-9, 2P.1:1).
En este hermoso Credo de Nicea simplemente se dice: "Creo en Dios Padre, todopoderoso, CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA...", dicho Credo dice bien claro que fue solo el Dios PADRE quien creó los cielos y la tierra, él es el Todopoderoso supremo, siendo el Mesías el segundo Dios, el Dios unigénito, por medio del cual el Padre creó todas las cosas. Por eso es que dicho Credo dice del Mesías lo siguiente: "DIOS DE DIOS, LUZ DE LUZ, DIOS VERDADERO DE DIOS VERDADERO", ¡dicho Credo de Nicea enseña lo mismo que yo enseño!, es decir, que hay DOS DIOSES VERDADEROS, el Padre y el Hijo!, pero siendo el Padre el Creador supremo y todopoderoso. Por lo tanto, en dicho Credo NO HAY NI RASTRO DEL FALSO DIOS TRINO, simplemente se mencionan a los dos dioses verdaderos, el Padre y el Hijo, y después al espíritu santo, al cual en ninguna parte de ese Credo se dice que sea la tercera persona de la "santísima" trinidad.
Lo mismo que enseña el Credo de Nicea, respecto a Dios y al Mesías, ES LO QUE ENSEÑO EN ESTAS 21 TESIS DE LA VERDADERA DOCTRINA CRISTIANA.
Este Credo de Nicea fue deformado y pervertido mucho tiempo después, pues le añadieron otras frases inventadas por los falsos teólogos trinitarios, y a ese Credo falsificado se le conoce como el "Credo de Atanasio", el cual sí que es un Credo trinitario, muy diferente al Credo de los Apóstoles y al Credo de Nicea.
Los papistas trinitarios dicen que todos los obispos de Nicea eran trinitarios, pero eso es una estupidez mayúscula, y una falsedad. Ya he demostrado que el Credo de Nicea NO ES TRINITARIO, no aparece en dicho Credo la doctrina falsa de la trinidad por ninguna parte.
:Esos obispos que aceptaron el Credo del Concilio de Nicea lo que aceptaron es la doctrina bíblica de LA DIVINIDAD DEL MESÍAS, ¡pero no la doctrina falsa de la trinidad!, es decir, lo que ellos aceptaron es que el Mesías jamás fue creado, sino que él es Dios verdadero procedente del Dios verdadero, tal como está plasmado en ese hermoso Credo Niceno.
Que dentro de esos obispos de Nicea había algunos obispos y teólogos infestados de la herejía trinitaria, ¡por supuesto que los había!, pero la creencia falsa del dios trino NO QUEDÓ REFLEJADA EN EL CREDO NICENO, ¿por qué?, ¡por la sencilla razón de que la mayoría de los obispos de Nicea NO ERAN TRINITARIOS!, pues si todos ellos, o la mayoría, hubieran sido trinitarios, entonces el dogma falso trinitario aparecería bien clarito en el Credo Niceno.
Lo que quedó reflejado en el Credo de Nicea -repito- fue la doctrina de la divinidad y eternidad del Verbo de Dios, que era lo que negaban los herejes liderados por Arrio, y por eso es que en el Credo Niceno no hay ni una sola palabra donde se diga que Dios es trino, o que el Padre, el Hijo y el espíritu santo sean un solo Dios. Solo un vulgar embustero e ignorante puede decir que el Concilio de Nicea era trinitario, o que el Credo de Nicea es un Credo trinitario.
 
EL CREDO DE ATANASIO
Esta versión del Credo de Atanasio la he tomado de esta web: http://anglican.tripod.com.mx/otros/credos.HTM#3
He resaltado en negrita y en cursiva las frases más interesantes de este Credo, así como las frases donde se enseña la falsa doctrina de la Trinidad:
"Todo el que quiera salvarse, debe ante todo mantener la Fe Católica. El que no guardare esa Fe íntegra y pura, sin duda perecerá eternamente. Y la Fe Católica es está: que adoramos un solo Dios en Trinidad, y Trinidad en Unidad, sin confundir las Personas, ni dividir la Sustancia; Porque es una la Persona del Padre, otra la del Hijo y otra la del Espíritu Santo; Mas la Divinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu  Santo es toda una, igual la Gloria, coeterna la Majestad.
Así como es el Padre, así el Hijo, así el Espíritu. Increado es el Padre, increado es el Hijo, increado el Espíritu Santo. Incomprensible es el Padre, incomprensible es el Hijo, incomprensible es el Espíritu Santo. Eterno es el Padre, eterno es el Hijo, eterno es el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no son tres eternos, sino un solo eterno; Como también no son tres incomprensibles, ni tres increados, sino un solo increado y un solo incomprensible.
Asimismo, omnipotente es el Padre, omnipotente el Hijo, omnipotente el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no son tres omnipotentes, sino un solo omnipotente.
Asimismo, el Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios. Y, sin embargo, no son tres Dioses, sino un solo Dios. Así también, Señor es el Padre, Señor el Hijo, Señor el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no son tres Señores, sino un solo Señor; Porque así como la verdad cristiana nos obliga a reconocer que cada una de las Personas de por sí es Dios y Señor.
Así la Religión Católica nos prohíbe decir que hay tres Dioses o tres Señores.
El Padre por nadie es hecho, ni creado, ni engendrado. El Hijo es sólo del Padre, no hecho, ni creado, sino engendrado. El Espíritu Santo es del Padre y del Hijo, no hecho, ni creado, ni engendrado, sino procedente. Hay, pues, un Padre, no tres Padres; un Hijo, no tres Hijos; un Espíritu Santo, no tres Espíritus Santos. Y en esta Trinidad nadie es primero ni postrero, nadie mayor ni menor; Sino que todas las tres Personas son coeternas juntamente y coiguales. De manera que en todo, como queda dicho, se ha de adorar la Unidad en Trinidad, y la Trinidad en Unidad.                        
Por tanto, el que quiera salvarse debe pensar así de la Trinidad.
Además, es necesario para la salvación eterna que también crea correctamente en la Encarnación de nuestro Señor JesuMesías.
Porque la Fe verdadera, que creemos y confesamos, es que nuestro Señor JesuMesías, Hijo de Dios , es Dios y Hombre; Dios, de la Sustancia del Padre, engendrado antes de todos los siglos; y Hombre, de la Sustancia de su Madre, nacido en el mundo; Perfecto Dios y perfecto Hombre, subsistente de alma racional y de carne humana; igual al Padre, según su Divinidad; inferior al Padre, según su Humanidad. Quien, aunque sea Dios y Hombre, sin embargo, no es dos, sino un solo Mesías; Uno, no por conversión de la Divinidad en carne, sino por la asunción de la Humanidad en Dios; Uno totalmente, no por confusión de Sustancia, sino por unidad de Persona.
Pues como el alma racional y la carne es un solo hombre, así Dios y Hombre es un solo Mesías; El que padeció por nuestra salvación, descendió a los infiernos, resucitó al tercer día de entre los muertos.
Subió a los cielos, está sentado a la diestra del Padre, Dios todopoderoso, de donde ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
A cuya venida todos los hombres resucitarán con sus cuerpos y darán cuenta de sus propias obras. Y los que hubieren obrado bien irán a la vida eterna; y los que hubieren obrado mal, al fuego eterno.
Esta es al Fe Católica, y quien no la crea fielmente no puede salvarse." 
Como podemos observar, este Credo trinitario de Atanasio es RADICALMENTE DIFERENTE A LOS DOS ANTERIORES, pues le han añadido una serie de doctrinas completamente ajenas al Credo de los Apóstoles y al Credo Niceno.
1- El autor o autores de este credo apóstata comienza diciendo la salvajada sectaria que para salvarse hay que creer en este Credo trinitario, lo cual es una estupidez y una aberración mayúscula, YA QUE EN LOS DOS CREDOS ANTERIORES NO SE ENSEÑA POR NINGUNA PARTE LA TRINIDAD, lo cual, si fuera cierta esa afirmación trinitaria, resulta que los apóstoles y millones de cristianos de los tres primeros siglos no podrían salvarse, YA QUE ELLOS NUNCA CREYERON NI ENSEÑARON LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD, como hemos visto en los dos primeros Credos que hemos estudiado.
2- Ese Credo apóstata dice que Dios es una trinidad, lo cual es falso, ya que ni el Evangelio, ni el Nuevo Testamento enseñan esa estupidez de que Dios sea un misterioso ser "trino".
3- Ese Credo apóstata enseña que el Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el espíritu santo es  Dios, sin embargo, ¡no son tres dioses, sino un solo Dios! Esto es otra falsedad y una total estupidez, ya que tres personas divinas SOLO PUEDEN SER TRES DIOSES, ¡jamás un solo Dios! La enseñanza bíblica es que el Padre es una persona divina, él es el Dios supremo, siendo el Mesías el Dios unigénito (Jn.1:18), subordinado al Padre como su Dios (Ap.3:12), y el espíritu santo es el poder del Altísimo, y el espíritu de Dios y del Mesías (Ro.8:9). Por lo tanto, el Padre y el Hijo no son un solo Dios, sino DOS DIOSES que forman una unidad familiar o unidad de Dioses, pero siendo el Padre el Dios supremo.
4- Este Credo del apóstata Atanasio dice que el Padre, el Hijo y el espíritu son tres personas coiguales, lo cual es falso, ya que el Hijo no es igual que el Padre, ya que el propio Mesías dijo que el Padre es SU DIOS (Ap.3:12), por lo tanto, si el Padre es el Dios del Mesías, entonces el Padre y el Mesías NO SON IGUALES NI EN PODER NI EN AUTORIDAD.
5- Este Credo apóstata dice que es necesario, para la salvación eterna, creer en la doctrina de la Trinidad. Esta aberración y falsedad ya la he refutado en el punto 1. Si fuera necesario creer en esa doctrina apóstata de la trinidad para ser salvos, ¡entonces ni los apóstoles ni millones de cristianos de los tres primeros siglos serían salvos!, ya que ellos jamás creyeron en esa doctrina de la Trinidad.
Como podemos observar, el Credo de Atanasio es simplemente una MEZCLA de doctrinas verdaderas, como la divinidad del Mesías, su muerte o resurrección, con doctrinas falsas, como es la doctrina de la Trinidad.
No existe ni un solo pasaje en la Biblia donde se diga que Dios es trino, no hay ni un solo texto en el Antiguo y Nuevo Testamento donde se enseñe esa herejía de la Trinidad!.
En la famosa Enciclopedia cibernética ENCARTA, leemos lo siguiente:
“Santísima Trinidad, en la teología cristiana, doctrina que afirma la existencia de Dios como tres personas -Padre, Hijo y Espíritu Santo- unidas en una misma substancia o ser único. La doctrina no aparece con claridad en el Nuevo Testamento, donde la palabra Dios se refiere sin variación al Padre; aunque ya JesuMesías, el Hijo, es considerado en una relación única con el Padre”. Efectivamente, tal como dice bien Encarta, la doctrina de la Trinidad no aparece en el Nuevo Testamento, ¡ni mucho menos en el Antiguo!
En el Nuevo Testamento cuando se habla de Dios casi siempre se refiere al Dios Padre, ¡nunca a una Trinidad!, y en algunos pocos pasajes del Nuevo Testamento también al Mesías se le llama Dios, pero lo que jamás dice el Nuevo Testamento es que Dios sea un misterioso ser trino.
Veamos ahora unos pocos textos del Nuevo Testamento, que son de una importancia fundamental, y que pulverizan la falsa doctrina de la Trinidad:
Resulta que en Juan 1:18 leemos que el Dios unigénito, el Mesías, vino para darnos a conocer al Dios Padre, EL TEXTO NO DICE POR NINGUNA PARTE QUE EL MESÍAS VINO PARA DARNOS A CONOCER A UN DIOS TRINO. El Mesías siempre enseñó que el Dios supremo es un PADRE celestial: "PADRE nuestro que estás en los cielos" (Mt.6:9), él jamás enseñó que Dios sea una misteriosa Trinidad. Por ejemplo, si Dios fuera trino, entonces el Mesías nos habría enseñado a orar de esta manera: “Dios trino que estás en los cielos”, o “Trinidad nuestra que estás en los cielos” Y respecto a los apóstoles, más de lo mismo, ellos jamás enseñaron que Dios fuera un misterioso ser trino, sino un PADRE celestial. Mire usted cual era la primera confesión de fe los verdaderos cristianos del primer siglo, escrito por el apóstol Pablo: "para nosotros, sin embargo, hay un Dios el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesús , el Mesías, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él." (1Co.8:6).
Si las Sagradas Escrituras enseñaran esa patraña demencial del dios trino entonces el apóstol Pablo habría escrito lo siguiente: "Para nosotros, sin embargo, hay un Dios trino...", pero resulta que Pablo no dijo eso, lo que dijo bien clarito es que tenemos un Dios Padre, el origen de todas las cosas, y un Señor Jesús , el Mesías, por medio del cual el Padre creó todas las cosas (comparar con Heb.1:1-2), repito: no existe ni un solo texto en la Biblia donde se enseñe que Dios es trino, esa patraña antibíblica y anticristiana fue inventada por primera vez por el hereje montanista Tertuliano, alrededor del año 212, es decir, muchas décadas después de la muerte de los apóstoles, ya que fue Tertuliano el primero en utilizar la palabra “trinitas” (trinidad), para enseñar que el Padre, el Hijo y el espíritu santo son un solo Dios.
1ª JUAN 5:7
Es realmente patético intentar basar la doctrina del falso dios trino en 1Juan 5:7, pues ese pasaje se sabe perfectamente que es más falso que Judas. Ese pasaje apócrifo no forma parte de la Palabra de Dios, ya que el apóstol Juan no lo escribió, pues se trata de una burda falsificación trinitaria.
Tres de las mejores traducciones biblicas que existen, como son la Cantera Iglesias, la Biblia de Jerusalén, o la Nacar Colunga, no incluyen ese pasaje. Pero los creadores de la versión Reina Valera introdujeron ese pasaje fraudulento, que no se encuentra en los textos griegos.
La mayoría de los trinitarios citan siempre esas palabras para intentar demostrar que Dios es un misterioso ser trino, sin embargo, ¡esas palabras jamás las escribió el apóstol Juan!, sino que fueron añadidas varios siglos después. Leamos la siguiente información que ha tomado de Internet, y que demuestra la falsedad de 1ª Juan 5:7
"… Este texto NO APARECE EN LOS ESCRITOS "ORIGINALES" DE LA BIBLIA. Nos referimos al manuscrito del Griego Antiguo Koiné. Dicho de otro modo: el apóstol Juan NUNCA escribió tal cosa. El texto no aparece en el manuscrito griego. Tampoco aparece en la versión siríaca conocida como la "reina de las traducciones". El texto tampoco aparece en el papiro elefantino ni en el manuscrito de Alejandría. ¡Sorpresa, sorpresa, han sido engañados por el Vaticano!. El texto solo aparece en una versión del latín de una época posterior. ¡El texto ni siquiera aparece en los primeros textos del latín! Si el texto hubiese formado parte de la "Biblia" hubiese aparecido lógicamente en los manuscritos de la versión siríaca, el manuscrito de Alejandría, el papiro elefantino, y sobre todo en el manuscrito del Griego Koiné. El texto NO APARECE en ninguno de estos manuscritos. El Vaticano ha navegado tan lejos que ha falsificado la "palabra de Dios" de forma maliciosa con toda la intención de reforzar la doctrina oriental de la Trinidad. ¿No se supone que estas personas sean honestos y sinceros? ¿Dónde está la honestidad y la sinceridad del Vaticano cuando intenta engañar a las masas añadiendo un texto que el apóstol NUNCA escribió?." "Quienes usan ese versículo para respaldar la doctrina de la Trinidad ya sea que ignoran que ese versículo fue alterado, o están abiertamente tratando de engañar. Aunque este versículo se encuentra en las versiones Reina Valera, King James y New King James, hay una nota al margen en la versión New King James declarando: "Se omite el resto del v. 7 a través de en la tierra del v. 8, se encuentra un pasaje en griego de solo cuatro o cinco manuscritos muy tardíos". El Comentario Crítico y Experimental dice de esta sección que el versículo no se encontraba en la Vulgata Latina hasta el siglo ocho. El Comentario de Adam Clarke declara, "Por lo que este versículo no es genuino, no aparece en cada manuscrito de esta epístola escrito antes de la invención de la imprenta, a excepción del Codees Montiforti en el Colegio de la trinidad en Dublín, los otros que omiten este versículo son ciento doce. Este no se encuentra ni en sirio, ni árabe, ni etiope, ni copto sahidic, ni armenio, ni eslavo, etc., en una palabra, en todas las versiones antiguas, en la Vulgata y en los manuscritos más antiguos correctos no se encuentra. Tampoco en los padres griegos ni en la mayoría de los latinos. Los editores de El Comentario de Peake creen en sus creencias que las palabras no son parte del texto original.
"La famosa interpolación de los ‘tres testigos’ ni se encuentra en la VRS, y correctamente....ella cita el testimonio celestial del Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo, pero nunca es usado en las antiguas controversias Trinitarias. Ningún manuscrito respetable Griego lo contiene. Apareciendo primero en un texto Latino en el cuarto siglo, entró en la Vulgata y finalmente el Nuevo Testamento de Erasmo" (P. 1038).
Eruditos claramente reconocen que 1Juan 5:7 no es parte del texto del Nuevo Testamento. Aun es incluido por algunos fundamentalistas como prueba Bíblica para soportar la doctrina de la Trinidad. Hasta la mayoría de las más recientes traducciones de Nuevo Testamento no contienen estas palabras. Está muy claro, que estas palabras no son parte del canon inspirado, sino que fueron añadidas por una "mano reciente." Los dos versículos en 1 Juan deben de decir: "Porque tres son los que dan testimonio, el Espíritu, y el agua y la sangre: y estos tres están de acuerdo en uno."
En definitiva, en la Biblia no hay ni un solo pasaje donde se diga que Dios es trino, esta doctrina es una vulgar doctrina de demonios, totalmente anticristiana, ya que va en contra de la propia enseñanza o doctrina del Mesías y de sus apóstoles, por lo tanto, quienes la enseñan NO SON CRISTIANOS.
 
ESTUDIO DE ALGUNOS TEXTOS QUE DESTROZAN EL TRINITARISMO
Cuando el Nuevo Testamento menciona que Dios es uno, JAMÁS se está refiriendo a un falso dios trino, sino SOLAMENTE AL DIOS PADRE. Voy a demostrarlo en los siguientes pasajes:
Romanos 3:29-30.
"¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión."
Tal vez algún trinitario engañado (y engañador) se atreva a decir que el anterior pasaje se está refiriendo a un dios trino, sin embargo, eso es falso, porque el apóstol Pablo en ese pasaje se está refiriendo solamente al Dios Padre, como podemos leer por el contexto: "siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en el Mesías Jesús , a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús ." (Ro.3:24-26). Como podemos ver, todo el pasaje está haciendo una clara diferencia entre Dios, y el Mesías Jesús . Fue el Dios PADRE quien puso al Mesías Jesús  como propiciación por medio de la fe en su sangre, y es este Dios Padre el Dios ÚNICO, es decir, no hay otro Dios como él, es el Dios supremo, el Todopoderoso máximo. Por lo tanto, cuando los cristianos biblicos decimos que Dios es uno, SIEMPRE nos referimos solamente al Dios Padre. La doctrina de que Dios es trino es sencillamente una doctrina falsa, una vulgar patraña de demonios, totalmente opuesta a la verdadera doctrina cristiana expuesta en el Nuevo Testamento.
Gálatas 3:20.
"Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno."
Este pasaje de Pablo enseña lo mismo que el anterior. Dios es uno, pero este Dios único no es un falso dios trino, sino solamente el Dios Padre, como podemos leer por el contexto: "Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con el Mesías, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa. Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa." (Gal.3:17-18). Como podemos ver, Pablo hizo una clara diferencia entre Dios (el Padre), y el Mesías Jesús . Por lo tanto, cuando él dijo que Dios es uno, de ninguna manera se estaba refiriendo a un falso dios trino, sino solamente al PADRE.
Efesios 4:5.
"un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
Este pasaje de Pablo es de una sencillez y claridad meridiana. En él leemos que los cristianos tenemos un Señor, una fe, un bautismo, UN DIOS Y PADRE. En este pasaje se hace una clara diferencia entre el Señor (el Mesías), y el Dios Padre, el cual es uno, es decir, es único, no hay otro Dios como él. Por lo tanto, decir que Dios es trino es de personas anticristianas, que rechazan totalmente la verdadera doctrina del Mesías y de sus apóstoles expuesta en el Nuevo Testamento.
1Corintios 8:4.
"Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios." En este pasaje Pablo dijo que hay un Dios, ¿pero es este Dios único un dios trino?, ¡de ninguna manera!, sigamos leyendo dos versículos más adelante: "para nosotros, sin embargo, hay un Dios el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesús , el Mesías, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él." (1Co.8:6). Este pasaje de Pablo es de una claridad e importancia crucial, y destroza la doctrina diabólica del trinitarismo, o falso dios trino. En primer lugar, si Pablo hubiera sido un trinitario, como los papistas o los mal llamados "evangélicos", entonces Pablo habría dicho lo siguiente: "Para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios trino, que es Padre, Hijo y espíritu santo", ¿dijo eso Pablo?, ¡No!, lo que Pablo dijo es que hay un Dios (v.4), y este Dios único no es un falso dios trino, sino que es solamente el PADRE (v.6), él es el origen de todas las cosas, y Jesús  es el Mesías, es el Señor, por medio del cual el Padre creó todas las cosas.
1Timoteo 2:5.
"Porque hay un Dios, y un mediador entre Dios y los hombres, Jesús , el Mesías, hombre".
En este pasaje el apóstol Pablo también hizo una clara direfencia entre Dios, y Jesús , el Mesías.
Pablo no dijo por ninguna parte que Dios sea trino, lo que él dijo es que hay un Dios, y un mediador entre Dios y los hombre, el Mesías Jesús , hombre, y ese Dios único ya hemos visto en este estudio que es solamente el Dios Padre. Ahora bien, si Pablo hubiera sido un hereje trinitario, como los papistas católicos o los mal llamados "evangélicos", entonces Pablo habría escrito ese pasaje de la siguiente manera: "Porque hay un Dios trino, y un nediador entre el Dios trino y los hombres, Jesús , el Mesías, hombre". Pero como Pablo jamás escribió semejante estupidez anticristiana, entonces queda demostrado sin ningún género de dudas que ni el Mesías, ni sus apóstoles, ni el resto de primeros cristianos de los tres primeros siglos fueron jamás trinitarios, sino que eran HENOTEISTAS, es decir, creían en la existencia de un Dios supremo y Todopoderoso, el Padre, pero reconociendo la existencia de otros muchos dioses y señores en el cielo y en la tierra, subordinados al Dios Padre (1Co.8:5). Esta verdadera doctrina cristiana es la que un servidor cree y enseña por medio de Internet.
¿Seguirá usted creyendo en ese falso dios trino?, después de leer usted este sencillo estudio bíblico. ¿seguirá usted siendo miembro de alguna de esas iglesias o sectas falsas trinitarias que predican a ese falso dios trino. Recuerde usted lo que dice el primer Mandamiento del Señor: "No tendrás dioses ajenos delante de mi" (Éxodo 20:3), y el dios trino enseñado por el papismo y por las otras iglesias y sectas falsas trinitarias es un dios ajeno, falso.
 

¿ES NECESARIO CREER EN LA TRINIDAD PARA SER SALVOS?

En ese Credo de Atanasio, redactado por los "teólogos" de la gran ramera (la iglesia católica romana) alrededor del año 500 D.C. se enseña bien clarito que se perderá eternamente todo aquél que rechace el dogma de la trinidad, vamos, que quien no adore a ese "Dios trino" no podrá salvarse, sino que se condenará al fuego eterno.
En este sencillo y breve estudio bíblico vamos a comprobar como esa afirmación de la gran ramera y de sus hijas rameras no es más que una de las mayores MENTIRAS anticristianas que se han inventado a lo largo de los siglos. Vamos a comprobar con las propias palabras del Mesías y de sus apóstoles como esos falsos "teólogos" de la gran ramera han extraviado a millones de personas durante siglos. Pero hay más, en este estudio bíblico vamos a ver como la salvación o condenación de ninguna manera depende de creer si Dios es o no es trino, sino de creer en Jesús  como EL HIJO DE DIOS Y EL MESÍAS. Vamos a analizar brevemente unos cuantos pasajes del Nuevo Testamento, para que usted, estimado lector, conozca toda la verdad.
En primera lugar, usted no va a encontrar ni un solo pasaje en la Biblia donde se hace un tipo de afirmación tan blasfema y mentirosa como se hace en ese "Credo de Atanasio", es decir, usted no va a encontrar una sola palabra en la Biblia donde se diga que para ser salvos y tener la vida eterna tengamos que creer en el trinidad. Veamos lo que dijo el propio Mesías: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna" (Jn.5:24). En esta palabras Mesías NO dijo que quien crea en un dios trino tiene vida eterna, sino el que OYE SU PALABRA Y CREE AL QUE LE ENVIÓ. Dicho en otras palabras, la vida eterna consiste en conocer al Dios Padre, y a su Hijo Jesús , el Mesías (Jn.17:3). Si fuera necesario creer en ese falsos dios trino para ser salvos, entonces Mesías habría dicho lo siguiente: "El que oye mi palabra, y cree que Dios es trino, tiene vida eterna" , o habría dicho lo siguiente: "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, como único Dios trino". Por consiguiente, para ser salvos de ninguna manera hay que creer que Dios sea trino, sino CREER EN EL DIOS SUPREMO, EL PADRE, Y EN SU ENVIADO: EL HIJO, y aquellos que enseñan que uno no es cristiano por rechazar la doctrina de la trinidad, está mintiendo descaradamente, y enseñando una doctrina de demonios contraria a lo que enseñó Mesías y sus apóstoles.
Veamos ahora lo que enseñaron los apóstoles Pedro, Felipe y Pablo.
El apóstol Pedro tampoco enseñó jamás que para ser salvos tengamos que creer en la doctrina de la trinidad. Lo que él enseñó es lo siguiente: "Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesús , el Mesías, para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hch.2:37-38). El apóstol Pedro, el día de Pentecostés, les predicó el Evangelio a los judíos y prosélitos reunidos en Jerusalén, entonces 3.000 de ellos creyeron el Evangelio, y le preguntaron a Pedro qué tenían que hacer para ser salvos. ¿Cual fue la respuesta de Pedro?, Pedro no les soltó ningún discurso trinitario, diciendo: "Creed que Dios es trino, y seréis salvos", ¡jamás!, lo que Pedro les dijo es que se arrepintieran, se bautizaran en el nombre de Jesús , el Mesías, para el perdón de los pecados, y entonces recibirían el don del espíritu santo. En el resto de discursos del apóstol Pedro, que se encuentran en el libro de los Hechos, tampoco se encuentra ni una sola palabra donde se diga que para ser salvos tengamos que creer en la doctrina de la trinidad.
El apóstol Felipe predicó en Evangelio a un etíope eunuco, funcionario de la reina Candace, de Etiopia (Hch.8:26-36). Obviamente Felipe le dijo al Eunuco que, después de creer en el Evangelio, es necesario bautizarse, para el perdón de los pecados. Entonces el etíope deseó recibir el bautismo en agua, y le preguntó a Felipe lo siguiente: "¿qué impide que yo sea bautizado?", y ahora veamos la respuesta de Felipe: "Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesús , el Mesías, es el Hijo de Dios." (Hch.2:37). Entonces pararon el carro, los dos descendieron al agua, y Felipe bautizó al eunuco (v.38). Observemos que Felipe no le preguntó al etíope: "Si crees que Dios es trino, te puedes bautizar", y observemos que el etíope no dijo: "Creo en el misterio de la santísima trinidad", sino que dijo: "CREO QUE JESÚS , EL MESÍAS, ES EL HIJO DE DIOS" Por lo tanto, ¡los apóstoles jamás predicaron la doctrina falsa de la trinidad, ni esa doctrina era parte del Evangelio predicado por ellos. El único requisito para ser bautizado en agua, y por inmersión (tal como enseña el Evangelio) es CREER EN EL EVANGELIO, ES DECIR, CREER QUE JESÚS  ES EL MESÍAS (el Mesías) Y EL HIJO DE DIOS. Sin embargo, los falsos teólogos de la gran ramera y sus hijas han engañado al mundo con un falso evangelio, diciendo la gran mentira diabólica de que para ser salvos tenemos que creer en el "misterio de la santísima trinidad", y quien no crea en ese misterio, se condenará.
¿Y qué enseñó el más importante apóstol del Mesías, el apóstol Pablo?. pues él enseñó exactamente lo mismo que enseñaron Mesías y el resto de los apóstoles. Veamos unos cuantos pasajes del apóstol Pablo: "que si confesares con tu boca que Jesús  es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación" (Ro.10:9-11).
"Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe" (Ef.2:8-9).
Podría citar muchos más pasajes de Pablo, pero esos dos son suficientes. Como podemos ver, en esos pasajes Pablo JAMÁS enseñó que para ser salvos tengamos que hacernos trinitarios, lo que él dijo bien claro que es para ser salvos tenemos que CONFESAR CON NUESTRA BOCA QUE JESÚS  ES EL SEÑOR, Y QUE DIOS LE LEVANTO DE LOS MUERTOS, ¡la salvación no es por creer en un falso dios trino!, sino por creer en el Dios supremo, Padre, y en el Hijo, el Señor, y entonces Dios nos salva por su GRACIA, por medio de la fe, no por nuestras obras.